NFT.NYC: más allá del hype

Pasó poco más de mes y medio desde que pude darme el gran gusto (¿“honor” podría decirse?) de participar en NFT.NYC, la conferencia más grande y relevante sobre NFTs a nivel global. Con más de 1000 oradores y cerca de 6000 participantes en una semana se destiló suficiente información como para que se haga bastante complejo entender todo lo que sucedió. Haré mi mejor esfuerzo para expresar mis sentimientos y pensamientos sobre lo acontecido durante esos días…

Utilidad vs. Especulación

Si algo quedó claro es que hay varios mundos sucediendo en simultáneo dentro del ecosistema Web3… En primera instancia, los NFTs como caja contenedora están comenzando a ser utilizados en tantas situaciones y ámbitos como la mente permite imaginar: la salud, los deportes, el turismo y más rubros están dando sus primeros pasos, experimentando con una tecnología que parecía únicamente reservada a lo cultural y lo artístico.

Dentro de esta nueva diversidad existen dos elementos que, si bien viven ciertamente entrelazados, siguen generando conversaciones y debates bastante distintos:

  • la especulación, donde el NFT es un activo al que aspiramos, esperando y deseando que aumente su valor, en muchos casos siendo este el factor más notable a la hora de comprar un NFT;

  • la utilidad, ligada a cómo hacer que esta tecnología resuelva, potencie y genere nuevas posibilidades, tanto en la música como en la cultura, en el arte y en los rubros mencionados anteriormente.

En particular, la utilidad de un NFT es lo que a mi me parece más interesante y relevante a la hora de adquirir uno y es sobre lo que expandiré a continuación. Además de, obviamente el valor emocional que puede llegar a generar.

Hace rato ya que en Enigma venimos haciendo foco e hincapié en las utilidades, pensando y craneando contenidos que sean realmente atractivos y significativos para quien adquiera un NFT, lejos de pensarlo como algo que solamente deba aumentar su valor económico para hacerlo útil. Existen casos en los que sí puede convertirse en un recuerdo digital (un Smart Ticket, por ejemplo) o en los que, ligado a las acciones que determinado artista o festival generen, pueda modificar su utilidad o inclusive que aumente su posibilidad de re-venta... Pero a la hora de pensar un NFT, la búsqueda debe estar enfocada en lo que tiene para ofrecer de forma tangible (utilidad) y no en lo que pueda llegar a convertirse (especulación).

Muchos proyectos musicales, comunidades y demás, hoy por hoy buscan que el valor de un NFT sea sencillo de entender, lo que se traduce generalmente en las posibilidades de sacarle provecho a sus utilidades a corto y/o mediano plazo. En este sentido, NFT.NYC me dejó claro una cosa: en Enigma, vamos en la dirección correcta.

Crear Comunidad

La posibilidad de compartir opiniones, debates y charlas con colegas latinoamericanos es otro punto a destacar del evento. La comunión entre colegas hispanohablantes nos permite entender una visión global de la Web3 y poder darle un marco de traducción a cómo pensamos el uso de los NFTs, de la blockchain o, incluso, de la incorporación de herramientas de DAOs en nuestros territorios.

Tuve la fortuna y el placer de compartir muchas conversaciones con Walter Gammarota, jefe de tecnología de Orsai, una de las editoriales independientes y comunidades más interesantes que hoy tiene Argentina, quien me compartió su visión a futuro del ecosistema:

La tecnología blockchain tiene el potencial de ser un catalizador para cambios significativos en la forma en que se crean y distribuyen proyectos culturales, al permitir una participación más activa de las comunidades y eliminar intermediarios. Aunque todavía estamos en una etapa inicial, creo que hay un terreno enorme por explorar en la intersección de la cultura, el arte y la tecnología. Es emocionante pensar en las posibilidades que podrían surgir en el futuro a medida que se desarrollan nuevas soluciones y se aprovecha el verdadero potencial de la tecnología blockchain”.

Como consecuencia de las charlas y encuentros en NFT.NYC, y de los intercambios y conversaciones con colegas, logré llegar a algunas conclusiones que creo fundamentales, aplicables principalmente en la música pero que también impactan al ecosistema de creadores y artistas en general.

Falta intersección web2 y web3 para aprender de lo bueno y de lo malo.

Participamos de espacios generados por Catalog, Songcamp, Metalabel, Coop Records, HiFi-Labs y más y esta fue una de las conclusiones más claras: aunque cada vez hay más claridad alrededor de la construcción y evolución que se ha generado con la música, todavía nos rodea una gran nube de incertidumbre en cuanto a qué depara el futuro en la música. Por momentos se siente como si existiera poca interacción entre lo que sucede en la web2 (o en los ecosistemas tradicionales) y lo que sucede en la web3. Es clave la necesidad de potenciar esta intersección. No debemos desconocer las principales dinámicas de consumo que se dan hoy en día y, principalmente, debemos aprender de los errores que esta ha traído la web2. Evitar que los NFTs de música se conviertan nuevamente en una mercancía para el desarrollo de la tecnología, desmereciendo y ninguneando a los artistas y creadores que le dan vida a las obras, es otro punto clave a seguir desarrollando.

Artistas como DYL que aprovechan las ventajas de la web2 pero construyen comunidad en la web3 se vuelven grandes referentes en este contexto.

La utilidad alrededor de los NFTs es clave.

Las utilidades de los NFTs cobran aún mayor relevancia en el ámbito musical, dado el contexto que atraviesan tanto el ecosistema web3 como la industria musical. Hoy en día, el mercado de NFTs ligado a canciones y música todavía está desarrollándose y mejorando todos los días. Esto, sumado a que hace al menos dos décadas gran parte de la población no paga por la música de manera directa, nos permite entender que devolverle el valor comercial a la música es un cambio estructural que llevará un proceso y tiempo considerables. Sin embargo, cuando a la música se le agregan ciertas posibilidades por fuera de los estándares (Meet & Greet, algún tipo de material exclusivo u otro tipo de experiencia única), el formato se vuelve particularmente atractivo para un seguidor o fan. El caso de los NFTs de Hotel Miranda! que lanzamos en Enigma son ejemplo muy claro de lo exitosos que pueden ser este tipo de lanzamientos para un artista y de lo valiosas que son este tipo de experiencias para sus seguidores.

En Enigma, además, contamos con MIXER como principal método de comercialización musical, una herramienta innovadora y exclusiva que permite a los usuarios interactuar de forma directa con una canción, descubriendo sonidos y reinterpretando la obra a su propio gusto.

También existen casos de NFTs que incluyen utilidades y que pueden ser almacenados como memorabilias. Por ejemplo, los tickets para dos de las noches de Songcamp y Catalog (dos de los eventos a los que asistí) fueron creados en colaboración con Metalabel y son un, justamente, un NFT.

Los derechos y su posible circulación necesitan un marco.

Existen todavía una cantidad significativa de charlas por darse y de debates abiertos relacionados a cómo se deben regularizar tanto la información alrededor de los NFTs (metadata) como los derechos de la generación y distribución musical dentro del ecosistema. Las nuevas posibilidades y herramientas (Fractional, por ejemplo) relacionadas a la venta de regalías o derechos a futuro plantean desafíos aún mayores en el campo regulatorio.

Es importante que el ecosistema musical se forme, investigue y se actualice en tecnología. Existen herramientas gratuitas para beneficiar al músico y plataforma en la venta de activos digitales, pero debe haber regulación e interoperabilidad”.

Cristian Larrosa de Larrosa Music Group

Las Comunidades necesitan encuentros IRL (en la vida real).

Se habla mucho de las comunidades digitales y su crecimiento exponencial (en los últimos años, principalmente) pero si algo me quedó claro al encontrarme, charlar, conversar e intercambiar opiniones con mis colegas latinoamericanos durante estos días en NYC es lo siguiente: las comunidades y los vínculos se afianzan enormemente con los encuentros físicos y cara a cara. Los NFTs son una llave de acceso increíble que puede habilitar infinitas posibilidades en lo digital pero los encuentros físicos son fundamentales para la confirmación de esos vínculos.

En ese sentido NFT.NYC congrega miles de comunidades que abarcan desde planteamientos y búsquedas de índole más política y social (equidad de género o la lucha contra el racismo) hasta comunidades PFP y DAOs que se unen por temáticas, avatares, compartir un mismo tipo de mascota o simplemente por un artista o género que los nuclea.

Una herramienta que me pareció súper interesante y se utilizó en NYC para unir a comunidades fue Magic Map, que nuclea todos los eventos vinculados a los NFTs musicales. Súper interesante para mezclar la tecnología con un contexto de realidad física.

En resumen…

NFT.NYC fue una experiencia épica que me permitió ver la diversidad y magnitud del ecosistema de NFTs. Algunas conclusiones que me llevé:

  • Aunque hay mucho hype y especulación, también existe una genuina búsqueda de utilidad y de construcción de comunidades sólidas.

  • La comunicación alrededor de los proyectos que utilicen la tecnología se vuelve fundamental, y el mayor desafío es hacerlo simple, sencillo y directo para que más personas puedan acceder a estos nuevos formatos y experiencias.

  • La intersección entre web2 y web3 es esencial para generar mayor diálogo y no repetir los errores que se vienen arrastrando. Encontrar este balance se torna importantísimo a futuro inmediato.

  • Son claves los encuentros IRL para las comunidades ya establecidas: permiten otra capa de profundidad de diálogos y generan nuevas oportunidades entre sus miembros.

  • Y posiblemente el más importante de todos: Latinoamérica tiene el potencial para ocupar un lugar central en muchos aspectos del ecosistema. Es emocionante ser parte de este movimiento y contribuir a la construcción del futuro de la web3 en nuestra región.

Nicolás Madoery para Enigma.art

 
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